Este fin de semana 16 y 17 de enero se celebró la tradicional fiesta de San Antón con su también tradicional fiesta de la matanza.
Como se viene celebrando en los últimos años, en la terraza del bar de Santos, se realizaron los actos de preparación de los chorizos.
El tiempo no quiso faltar y desmerecer esta fiesta y amaneció con un día soleado que hizo si cabe más agradable esta reunión tan alegre.
Los trabajos comenzaron con la recepción de los cochinos (previamente sacrificados en un matadero) y su posterior despiece. Posteriormente entraron en juego los brazos de los más jóvenes, para darle sin descanso vueltas a la picadora manual de carne. Mientras se procedía al picado de la carne, los más veteranos sacaban de la hoguera unas ascuas en las que se asaron toda clase de viandas del gorrino, forro, oreja, panceta, así como unos chorizos, con lo que todos los participantes pudieron almorzar, regando esto claro está, con buen vino.
Al terminar el picado de la carne se procedió a realizar la mezcla de todos los ingredientes junto a la carne picada, igualmente a base de brazos. Con esto se llegó al medio día, cuando todos los participantes se dispusieron a degustar las típicas gachas manchegas.
El resto de la tarde se procedió a la limpieza de las tripas, a rellenarlas con la carne y al atado de las mismas, haciendo con ello los chorizos y su posterior colgado alrededor de la chimenea.
En la jornada dominical, todos los participantes se reunieron de nuevo alrededor de la mesa para degustar un potaje, cocido a las brasas a fuego lento, desde la mañana del día anterior.
Al finalizar la jornada los participantes se repartieron los chorizos que le correspondían.
Como nota de color este año la fiesta estuvo acompañada de un grupo de estudiantes ingleses que estaban haciendo una visita a la localidad.
El año que viene nos volvemos a ver en esta fiesta tan curiosa a la que todo el mundo está invitado.
Muchas gracias a los organizadores.